Plazas
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Plaza Corredera
Esta
plaza es una de las más populares de la ciudad. De planta rectangular
fue construida a finales del siglo XVII. En ella no se encuentra
elementos de la arquitectura andaluza. Los edificios que rodean la plaza
están construidos en estilo castellano. De este modo, la Plaza de la
Corredera nos recuerda a la Plaza Mayor de Madrid y la de Salamanca.Originariamente
se celebró en esta plaza las corridas de toros. En su lado este emboca
una estrecha calleja, la del Toril, por la cual entraban los toros en la
plaza. Sin embargo, la Corredera era también escenario de fiestas
religiosas y actos públicos. Aquí se llevaba a cabo ejecuciones y
festejaba victorias militares. Hoy, la plaza es un punto de encuentro en
el centro de la ciudad. Las cafeterías y bares que están situados en la
galería inferior porticada son un lugar idóneo para reponer fuerzas.
Bajo estas galerías se encuentran también pequeñas tiendas y negocios. |
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Plaza Tendillas
En
el límite entre el casco histórico y el centro comercial de la ciudad,
se encuentra esta emblemática plaza cuyo nombre deriva de la inmensa
cantidad de pequeñas tiendas que la poblaron en otra época. Aún hoy
desembocan de ella las principales calles comerciales. En su centro se
encuentra la estatua ecuestre de Gonzalo Fernández de Córdoba, hijo de
estas tierras y también conocido como el “Gran Capitán”. Esta plaza
también es conocida por su reloj peculiar que marca la hora con acordes
flamencos de una guitarra española. |
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Plaza del Potro
Esta
plaza debe su nombre al potrillo que corona una fuente que se construyó
en el centro de la misma. Antaño era el centro de un barrio popular y
artesano. De las muchas posadas que había alrededor de la plaza, y que
albergaban a los viajeros que llegaban a la ciudad, hoy en día sólo
existe una. Esta posada, que toma el nombre de la plaza, fue morada de
Miguel de Cervantes durante su estancia en la ciudad y ahora está
considerada monumento artístico. En esta plaza se halla el antiguo
Hospital de la Caridad que contiene hoy entre sus muros el Museo de las
Bellas Artes y el Museo de Julio Romero de Torres. |
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Plaza de los Capuchinos
Muchos
creen que la Plaza de los Capuchinos, que debe su actual nombre al
convento que se fundó en ella, es la plaza más hermosa de la ciudad de
Córdoba. Cierto es que se trata de un lugar silencioso y místico. Lo que
le da su esencia única a esta plaza es el cristo crucificado que se
alza en su centro. El monumento fue erigido en 1794 por los frailes
capuchinos y esta amparado por una pequeña verja de hierro. En sus
orígenes se llamó Cristo de los Desagravios y Misericordia. Debido a los
faroles que le iluminan por la noche, popularmente, se le llama el
Cristo de los Faroles. |
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Plazadel Pañuelo
A
pocos metros de la Mezquita-catedral está ubicada uno de los más
peculiares rincones de la ciudad. Se trata de la Calleja Pedro Jiménez,
conocida popularmente como la del Pañuelo. Toma su nombre por ser un
pañuelo extendido en diagonal la medida de su ancho. Tras estrangularse
al gálibo de una persona, se expande terminando en una plazoletilla. En
ésta existe, a parte de jazmines y naranjos, una fuente adosada con pila
cerámica envolviendo la tranquilidad de este lugar con el ruido del
agua. |
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Plaza Jerónimo Páez
En
esta plaza se encontraba en época romana el segundo teatro de todo el
Imperio. Con una capacidad para 10.000 a 15.000 espectadores, sólo fue
superado por el de Roma. Estuvo más de trescientos años en uso hasta que
fue asolado en el siglo III por un terremoto. Los restos hallados
fueron integrados en el Museo Arqueológico que tiene su sede en un
palacio renacentista. El palacio perteneció a la familia de los Páez
Quijano y su fachada data del siglo XVI. En la plaza se puede ver
diferentes vestigios encontrados en la ciudad.
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