miércoles, 28 de octubre de 2015

Arquitectura: Modernismo

El modernismo en Córdoba, es algo muy desconocido, más aún para los estudiantes que apenas lo conocen en sus planes de bachillerato, sin embargo es muy interesante pasear por Córdoba e identificar aquellos edificios modernistas que le dan una vida especial a todo su entorno. Esto lo podemos comprobar en la calle Claudio Marcelo, donde a ambos lado de la misma, observamos una de las muestras más interesantes de la morfología urbanistica de nuestra ciudad.

 

 Modernismo en Córdoba




Casa Palacio de Teófilo Álvarez Cid, obra del arquitecto Adolfo Castiñeyra

Hablar de Modernismo en Córdoba es hablar de Adolfo Castiñeyra Boloix, arquitecto nacido en Córdoba en abril de 1856 y fallecido en junio de 1920. Hijo del palmeño Mariano Castiñeyra, maestro de obras, cursó la carrera en Madrid. En 1881 se casa con María del Carmen Alfonzo, portorriqueña. En 1891 obtiene el título de Arquitecto, a la edad de 35 años, momento en el que vuelve a su ciudad natal al ser nombrado Arquitecto de segunda del Ayuntamiento de Córdoba. En 1892 es nombrado director de la Escuela de Artes y Oficios, en 1893 arquitecto de la Diputación y en 1894, arquitecto de la diócesis. En 1900 es elegido académico por la Real Academia de Córdoba.
Entre sus obras más conocidas se encuentran la fachada del antiguo Gobierno Civil y actual Instituto Maimónides, edificio construido en 1906, o la Casa Palacio de Teófilo Álvarez Cid, en la Avenida del Gran Capitán, que tras un intento de demolición fue adquirida como sede del Colegio de Arquitectos. Fue también el arquitecto encargado de la ampliación de la Caseta del Círculo de la Amistad, de la iglesia de Santa Bárbara de Peñarroya-Pueblonuevo (1913), la terminación de la iglesia de la Inmaculada de Villa del Río (1894), la restauración de las iglesias de San Pablo de Córdoba (1897- 1903) y de San Mateo de Lucena (1898), o la edificación del cementerio de Añora. Entre 1892 y 1920, trabajó en más de medio centenar de obras para particulares, donde dejó su impronta modernista. 

La calle Claudio Marcelo o el modernismo cordobés 

 En la calle Claudio Marcelo es donde se concentra el mayor número de edificios modernistas en Córdoba. En los últimos años estamos acudiendo a una restauración pausada de estos inmuebles que van embelleciendo este itinerario comercial que nos traslada desde la Corredera a las Plaza de las Tendillas.
Descripción
Aún hoy esta vía es conocida mayoritariamente como Calle Nueva por haber sido en su día una auténtica operación de cirugía de nueva apertura, más allá de un ejercicio de realineaciones. Aunque su primer tramo, entre las calles Capitulares y María Cristina, se realiza a finales del XIX, no será hasta 1909 cuando se diseñe la parte más extensa de esta nueva apertura hasta la plaza de las Tendillas. Esta operación de reforma interior es el ejemplo pragmático del desplazamiento efectuado por el centro económico de la ciudad desde la plaza de la Corredera hacia el sector noroccidental. La arquitectura modernista, capitaneada por Adolfo Castiñeyra, encuentra en esta nueva calle el marco idóneo donde implantar sus nuevas propuestas y tipologías.

La tipología dominante es la de edificaciones de pisos entre medianeras, con uno o dos núcleos verticales. La planta baja está integramente organizada como comercial.

Las edificaciones más relevantes de este periodo son las correspondientes a los nº 4, 6, 8, 11, y 13, todas obras de Adolfo Castiñeyra entre 1910 y 1912. De este autor son también las esquinas a García Lovera nº 5 y a Mª Cristina nº 6, de 1912 y 1914, respectivamente. La casa nº 10 es de Enrique Tienda de 1924, la nº 15 es de M. López Mora de 1927, la nº 17 es de Félix Hernández de 1928, y la nº 19 es de Gonzalo R. de Quintana de 1922.

Datos históricos
Toda la operación de ensanche del sector noroeste del casco histórico para dotar a la ciudad de un centro comercial higienista y moderno que superara la trama islámico-medieval y trasladara la atención comercial hacia el nuevo corazón (Tendillas) a la zona norte y hacia el ferrocarril fue recurrentemente pretendida desde el s. XIX, comenzándose con la calle Nueva (o Claudio Marcelo), siguiendo con la ampliación y remodelación de la plaza de las Tendillas, y realineaciones de varias calles.

La primera operación fue la apertura del tramo entre Capitulares y María Cristina (1877-1883). La incapacidad de las calles Letrados (Conde de Cárdenas) y Paraiso (Duque de Hornachuelos) por un lado y las de Liceo (Alfonso XIII) y la Plata (Victoriano Rivera) por otro, para conectar con las Tendillas impulsaron a prolongar la nueva calle hasta Diego de León (1909).

En 1863 se había ensanchado la calle Paraiso o Duque de Hornachuelos, en 1879 la de Letrados o Conde de Cárdenas, entre 1879 y 1882 la del Liceo o Alfonso XIII.


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